NOTICIA_PERCEPCIONES SONORAS EN LA OBRA DE ANA PÉREZ VENTURA_Fátima Otero


Percepciones sonoras en la obra de Ana Pérez Ventura

 

A lo largo de la historia son muchos los artistas interesados en expresar la experiencia del sonido y la música a través de la pintura. Ana Pérez Ventura lleva años empeñada en traducir a nivel visual la experiencia no visual que define a la música. Comparte de forma interdisciplinar ambas facetas de la cultura para explorar valores sinestésicos y los conceptos del sonido a nivel plástico.

 

Su larga serie Études iniciada en 2007 en la que aún sigue trabajando e investigando, alude a los conocidos ?estudios? o partituras que los grandes compositores destinan al aprendizaje de un instrumento con la finalidad de alcanzar virtuosismo musical. Después de tantos años se ha enriquecido con mayor presencia colorida aproximándose a las ideas orfistas sobre el sonido del color.  A sus más relajantes y majestuosos azules la artista ha incorporado mayor vibración tonal a base de melancólicos violetas engarzados en unos más enérgicos amarillos, siempre en aras de transmitir emociones humanas más excitantes y vivaces.

 

Ana condensa el tiempo en forma enmarañada a la manera de Pollock, para intentar transmitir una resonancia y armonía musical.  Para ello se sirve del uso del patrón, un punto o círculo gestual como metáfora del tiempo se reitera cadenciosa y rítmicamente de manera procesual hasta el límite del lienzo, una y otra vez. Le sirve de guía un particular rotulador relleno de acrílico con el que traza sus meticulosas y preciosistas marcas lineales.

 

 La pulsión e incisión sobre el lienzo sumadas a las sucesivas capas de barnices y veladuras con las que cubre cada estrato de la tela en sugerentes envolturas de emociones y sensaciones internas están cargadas de memoria. Como pianista profesional, esta compositora practica durante horas y horas el gesto de tocar el piano a base de movimientos circulares. Esos resortes técnicos y prácticos de concentración mental los traslada al lienzo a base de giros. Lo hace sin levantar su particular lápiz pictórico, que ella misma crea, girando y entrelazando la línea por un camino sinestésico que recrea la experiencia musical. Lo etéreo se hace corpóreo y textural para invitar a todo espectador sensible a presentir la sugerencia melódica.

 

Evidentemente, la realidad de la artista está configurada por sus memorias, emociones y percepciones particulares que plasma vía abstracta.  Su obra siempre alude a títulos musicales que intentan crear correspondencias visuales de composiciones célebres al piano. Es lo que sucede con la serie, también extendida en el tiempo Notages y que da título a la muestra Tourner la page(pasar la página) que se puede visitar entre septiembre y principios de octubre de este año en la compostelana galería Metro.  Alude a la acción de pasar las páginas de las partituras durante la interpretación musical. Las piezas se inspiran en ?acordeones? con las partituras de que los pianistas se valen para colocar las hojas extendidas en el atril y así no tener que pasarlas mientras interpretan.

 

 Pérez Ventura vuelve a condensar el movimiento musical pero dando el salto a la producción escultórica. En esta nueva variante la técnica cambia pues la musicalidad de la imagen se consigue a través de horadar la madera o el papel. Es lo que plasma en el políptico de dieciocho piezas surgidas a partir del cuaderno de estudios para piano Op.299 de Carl Czerny, que recrean el dibujo melódico de esa partitura en el mismo lugar que ocupan las notas en dicho pentagrama. La artista sigue derramando el sentir temporal pretendiendo con ello que el espectador no solo lo sienta sino que lo escuche.

 

 El valor estético y espiritual de su producción recuerda la sensibilidad de Kupka para pintar la fuga musical a través de la vía abstracta, las formas curvadas y circulares de los orfistas y simultaneístas, y no menos la lección de Kandinskiana para expresar lo intangible y lo inefable. Pero mientras que Kandinsky se basaba en teorías musicales, la gran aportación de Ana es que lo hace en base a la práctica musical  para condensar lo impermanente. Parte de la convicción de que afecte emocionalmente al que se adentre en esta original, bella y densa exposición de la que saldrán transfigurados.

 

Fátima Otero Bouza

                                                                                                                                                                                                                                                                                   
Subir